viernes, 21 de noviembre de 2008

El pesimismo como mensaje de la prensa paraguaya

En el siguiente comentario, Susana Oviedo de Ultima Hora, generalmente equilibrada y justa en sus apreciaciones, emite una opinión que merece nuestro análisis. La prensa paraguaya es extremadamente negativista. Ve siempre lo negro y margina lo gris y lo blanco. Siempre la información negativa es de mayor nivel que la positiva.
Y un ejemplo está en la renuncia de Lugo a su salario. Recibió generalmente un enfoque negativo y se lo criticó por ello. A continuación la primera parte del comentario con el link al comentario mismo:

LA PRENSA Y EL PESIMISMO

Sobre el punto

Por Susana Oviedo

soviedo@uhora.com.py

Algunos canales y diarios del país enfatizan las informaciones negativas y la imagen que proyectan de los políticos socava la confianza que éstos deberían generar en la ciudadanía.

El párrafo no me pertenece. Es un resumen de lo que el presidente de la Cámara de Diputados, Enrique Salyn Buzarquis, expresó el lunes en Paraguarí, quejándose del pesimismo y de la falta de esperanza que las malas noticias provocan.

Para el joven político liberal, los medios de comunicación no destacan lo bueno y contribuyen a aumentar la insatisfacción de los paraguayos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Les felicito por esta iniciativa. Me parece oportunisima y ojalá que crezca. La prensa es un contrapoder que necesita de otro contrapoder. No debería ser así porque los periodistas deberían representar las expectativas ciudadanas pero terminan siendo representantes de las expectativas de sus patrones.

La información negativa vende más que la positiva. Así es en las sociedades de tercer mundo. En las sociedades más avanzadas los medios traen lo positivo y lo negativo que es lo real porque no todo es negativo.

César E.

Anónimo dijo...

Por fin.
La televisión manda y los diarios le siguen según creo yo. Hay cámaras y micrófonos para los accidentes y las violaciones y las balaceras. Todas las noches hay periodistas de guardia en Emergencias Médicas y a la hora del desayuno nos entregan la sangre que rejuntaron de noche.

¿Y si se pasaran en las fábricas donde se trabaja, se produce, se empaca, se cargan los camiones para despachar mercaderías? Yo creo que a la hora del desayuno nos entregarían trabajo y no sangre.

Por eso es que la gente prefiere ver televisión de cable o películas para huir de tanta sangre.

B. C.